Las relaciones responsables se dan cuando ambos miembros de la pareja saben ocuparse, primero, cada uno de sí mismo y, segundo, se ocupan de su relación.
En este caso ambos miembros de la pareja han de tener cierta madurez sentimental o al menos moverse en esta dirección.
Cuando uno se ocupa, se responsabiliza, de sí mismo es una persona autónoma.
Elige conscientemente viajar por la vida en compañía de su pareja y su pareja hace lo mismo.
En una relación responsable el amor es manifiesto, la comunicación en la pareja se despliega con facilidad.
¿Significa esto que en una relación responsable no existen errores, crisis, dificultades?
Claro que no. La vida se encargará de crear situaciones difíciles y nos meteremos de lleno en ellas, por acción o por omisión, la cuestión es qué hace la pareja que tiene relaciones responsables.
Una pareja así afronta y resuelve las dificultades de manera madura.
No quiero que tengas una visión simplona e idealizada de una relación responsable.
No es ningún cuento de hadas en el que los deseos infantiles encuentran su satisfacción peliculera.
No es nada de eso y precisamente por eso en una relación responsable el amor, respeto mutuo, comprensión y apoyo pueden manifestarse sin obstáculos.
Para tener una relación responsable no es suficiente expresar el deseo de tenerla, es necesario madurar y es necesario aprender ciertas habilidades, tener una idea más clara y sistematizada sobre la relación de pareja.
Y ahora te pregunto ¿te gustaría tener una relación responsable?
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